hombres falderos
Younger men make great lovers.
They always try hard and look wonderful everywhere.
Al desayuno martini. Burbujas en la tina. De satín la bata de baño. Alto, siempre, el tacón. Sibaritismo desenfrenado. Los hombres son desechables.
El placer del coleccionista me parece absurdo. El otro día, en una terraza escuchaba a un par de hombres hablar sobre las mujeres que habían tenido, comparaban sus agendas electrónicas y contaban conquistas. La pedicurista recuerda mientras aplica el barniz cuántos amores dejó en Corea. Las mujeres con las que como una vez cada quince días en el club sonríen y dicen "yo tuve un novio que..." y luego se llenan de un gozo idiota.
Los hombres, como el dinero, no son para coleccionarse.
Se gastan y se tiran.